La constelación de Orión es observable durante todo el invierno y parte de la primavera. Es una de las constelaciones más bellas que podemos contemplar en el firmamento. Está formada por una gran cuadrilítero de estrellas, hermoso y sorprendente, que lleva en su interior otras cuatro que, junto a otras que parecen su mango, forman un conjunto llamado Espejo de Venus. En él destacan las Tres Marías: Anitak, Amilan y Mintaka, que forman una preciosa alineación.
Constelación de Orión |
Orión, que representa un gran cazador, va acompañado de sus dos perros: el Can Mayor, cuyo ojo es la bellisima estrella Sirio, y el Can Menor, que contiene la estrella Procyón.
Orión lleva muchos acompañantes: por encima de su cabeza nos encontramos la constelación El Cochero,grupo en forma de gran pentágono que contiene a la gran estrella Capella. También es lindisima su opuesta en el pentágono, llama El Nat.
La linea Sirio-Bellatrix nos lleva a la constelación del Toro, donde destaca su gran estrella Aldebarán. Cerca de ésta con unos simples prismáticos, podemos ver el precioso grupo de la Hiades, y siguiendo nuestra andadura, pasaremos cerca del famoso conjunto de las Pléyades (las Cabrillas): con siete estrellas principales, que forman tan graciosa interrogación, que constituye un deleite para el observador. Al pie de Orión está el Toro que acaba de cazar.
Pero en todo este conjunto estelar hay leyenda y picaresca. Orión, tras cazar su pieza, siempre acompañado de sus dos perros, descubre un precioso estanque con una cascada, donde ríen, cantan y se bañan las siete ninfas (las Pléyades) hijas de Atlas: Electra, Maya, Taigetes, Alcionea, Esterope y Celone. De ellas, Maya era la más graciosa, siempre adornada con flores y a la que los romanos rindieron culto. Orión se acerca al estanque, inquietando a las ninfas; Júpiter sintiéndose ofendido por esta curiosidad, envió al Toro para cerrarle el paso. A las ninfas y a todo el conjunto lo puso para siempre en el cielo.
Cielo en invierno |