Si el conjunto de constantes fundamentales que rige las propiedades de la materia y de la energía fuese distinto, por diminuta que fuese esa diferencia, la vida inteligente (nosotros) no podría haber aparecido.
Es evidente que nuestro universo está preparado para permitir la existencia de la vida inteligente; si no, no estaríamos aquí para hacer esa observación. Sin, embargo, los físicos y cosmólogos tratan de explicar algunos aspectos de esa preparación. Un factor que nos permite existir, por ejemplo, es la transformación del hidrógeno que estaba presente en el universo primigenio en elementos más pesados, como el carbono, que a su vez dependía de la existencia de una proporción concreta de neutrones y protones. Sólo fue posible gracias a una relación precisa entre interacción nuclear débil y la gravedad. Si la interacción nuclear débil fuese un poco más fuerte, todos los neutrones del universo primigenio se habrían desintegrado y el universo sólo estaría formado por hidrógeno. Por otra parte, si la interacción nuclear débil fuese un poco más débil, el universo sólo estaría formado por helio. Existen al menos otras cinco "coincidencias ántropicas" (antrópico es lo relacionado con el ser humano): constantes fundamentales que parecen haber sido "ajustadas" a un nivel exacto, un fenómeno que se conoce como "el universo bien sintonizado". Para explicar estas coincidencias, el físico Brandon Carter propuso la existencia de un principio antrópico que rige el universo:"El universo debe tener esas propiedades que permiten que la vida se haya desarrollado en su interior en algún momento de su historia". "El universo tiene que estar preparado para permitir nuestra existencia porque existimos".
El principio se ha extendido a una forma conocida como principio antrópico final, que una vez que lo hace ya no puede extinguirse.
Una interpretación alternativa del principio antrópico sugiere que se trata de una prueba de la existencia de un multiverso de "mundos múltiples". El astrónomo Martin Rees señala que no nos sorprende encontrar un traje que nos vaya perfecto en la tienda repleta de trajes de distintas tallas. De forma similar, si esiten muchos universos distintos (puede que incluso un número infinito de ellos), podemos esperar que al menos uno de ellos posea los parámetros involucrados en la coincidencia antrópicas.
Fuente: 100 analogías científicas