1. El inicio del verano
El verano de 2017 comenzará el 21 de junio a las 6h 24m hora oficial peninsular, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Fomento). Esta estación durará 93 días y 15 horas, y terminará el 22 de septiembre con el comienzo del otoño.
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más boreal. El día en que que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27') y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia; a esta circunstancia se la llama también solsticio (“Sol quieto”) de verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.
El día del solsticio de verano corresponde al de mayor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde. Un hecho circunstancial no relacionado con las estaciones se da también en esta época: el día del afelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año. Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (según la conocida como segunda ley de Kepler) y por lo tanto la duración de esta estación sea mayor que otras.
Duración del día.
Si llamamos coloquialmente duración del día al tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol en un lugar dado, el próximo día 21 de junio va a ser el día de mayor duración. Es precisamente por encima del círculo polar boreal donde algunos días al año (alrededor del 21 de junio) se da el fenómeno del sol de medianoche, en que el Sol es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día. (En la Antártida ello ocurre alrededor del 21 de diciembre.)
Actividad solar.
La actividad del Sol se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias, y en la Tierra, se aprecia en alteraciones en la propagación de las ondas de radio y en una mayor presencia de auroras polares. Esta actividad sigue un periodo de aproximadamente 11 años, y está asociada al ciclo magnético del Sol. Actualmente nos encontramos en el ciclo solar número 24 que comenzó en diciembre de 2008 y alcanzó su máximo durante la primavera del año 2014. Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante el verano el número de manchas solares seguirá decreciendo alcanzando valores entre 12 y 34.
2. Eclipses y fenómenos relacionados
Durante el verano se producirán dos eclipses, uno parcial de Luna el 7 de agosto y otro total de Sol el 21 de agosto. El eclipse parcial de Luna del 7 de agosto será visible en Australia, Asia, África y Europa, en España será visible en sus últimas fases. El eclipse total de Sol del 21 de agosto será visible en los EEUU, siendo visible como parcial en América, África y, al final de la tarde, en Europa. En España sólo será visible el final del eclipse parcial, con magnitudes de 0,5 en las islas Canarias, 0,3 en el sureste de la península y 0,2 en el interior y el norte peninsular, en las islas Baleares y el extremo oriental de la península no será visible. En Madrid el eclipse se iniciará a las 20h 45m y será visible hasta la puesta de sol a las 21h 3m.
sol de medianoche |
3. Observación nocturna del cielo en verano
En toda época del año hay algún fenómeno astronómico de interés, predicho (como son los eclipses) o no (como los cometas nuevos). Suele ser preferible realizar las observaciones en fechas cercanas a la luna nueva (24 de junio, 23 de julio, 21 de agosto y 20 de setiembre), salvo cuando se pretende observar la propia Luna.
Luna llena.
La primera luna llena del verano se dará el 9 de julio, dándose las siguientes 29 o 30 días después. En este verano se darán otras dos lunas llenas: 7 de agosto y 6 de setiembre.
Visibilidad de los planetas.
Durante todo el verano será visible al amanecer Venus y, desde mediados de agosto, Marte y al atardecer serán visibles Júpiter y Saturno durante toda la estación.
lluvia de meteoros |
Lluvias de meteoros.
Si no se dispone de ningún telescopio, se pueden observar las lluvias de meteoros que se producen ocasionalmente. Las dos más intensas durante el verano son la de las delta Acuáridas, cuyo máximo ritmo se da alrededor del 30 de julio, y la más famosa del verano, la de las Perseidas, cuyo máximo se da alrededor del 12 de agosto.
Constelaciones.
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Casiopea, Cefeo, el Cisne, el Dragón y las dos Osas. De Este a Sur a Oeste se verán Pegaso, el Aguila, la Corona Boreal y la Cabellera de Berenice. Cerca del horizonte se verán a lo largo de la noche algunas de las constelaciones zodiacales, de la Virgen a Acuario, esta última ya cerca del amanecer. Entre las estrellas más brillantes visibles en esta época destacan las que constituyen el "triángulo del verano": Altair (en el Aguila), Deneb (en el Cisne) y Vega (en la Lira).
constelaciones de verano |
Observaciones con pequeños telescopios.
Con un pequeño telescopio, dotados de un filtro lunar adecuado, se puede observar el relieve de la Luna. Para tener una buena visión de él conviene ir observándolo noche tras noche mientras va creciendo la iluminación de la Luna, pues así se ven aparecer nuevos accidentes orográficos. Cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión, como la Laguna, Omega o la Trífida, y nebulosas planetarias como el Anillo en la constelación de Lira o las Pesas en la Raposa. También se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter (cuando es visible) y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
Fuente: Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Fomento)