Un vals en la oscuridad


El Agujero negro y una estrella que orbitan cada uno en torno el otro en un sistema binaria son como dos personas que bailan un vals en la oscuridad, una de ellas vestida con un traje luminoso y la otra completamente de negro.



Los agujeros negros son invisibles en la negrura del espacio. Entonces, ¿cómo pueden verlos los astrtónomos? Aunque no pueden observarse de forma directa, su increíble fuerza gravitatoria afecta a otros objetos astronómicos. Una estrella que se acera demasiado a un agujero negro se ve arrastrada a orbitar alrededor de él. Por lo tanto, los astrónomos pueden observar las estrellas que parecen orbitar en torno a la nada y deducir las presencia de un agujero negro.



Los agujeros negros se crean cuando una estrella agota su combustible y la materia restante colapsa debido a su propia gravedad y se convierte en una singularidad (un punto sin volumen y de densidad infinita).

Para convertirse en un agujero negro una estrella debe comenzar como mínimo con una masa 25 veces mayor que la masa del sol. En la Vía Láctea, menos de 1 estrella de cada 1.000 dispone de masa suficiente para convertir en un agujero negro.
Los agujeros negros del centro de la galaxias se convierten en monstruos. El agujero negro supermasivo del centro de la Vía Láctea es 4 millones de veces más masivo que el Sol.


Fuente: 100 analogías científicas